lunes, 1 de diciembre de 2008

Volviendo

Un importante pero innecesario examen de titulación, k por cierto jalé injustamente. Un nuevo y más exigente trabajo, k me deja como si me hubiera metido un faenón sexual con un par de chikas rompecatres. Las resakas, gracias a sólo unas pokas cervezas sabatinas k me tumban todo el domingo como enfermo en cuidados intensivos. Tres hipnotizantes y pirateados libros, los cuales he devorado con hambre de vagabundo. Las religiosas pichangas domingueras, k por cierto me han originado una severa lesión k podría peligrosamente adelantar mi retiro de las canchas futboleras, todo por disfrazarme de chibolo sub-20 y hacer un atrevido e indebido dribbling maradoniano k hace 10 años me salía a la pefección, pero k ahora me dejó en total ridíkulo y me desagarró media pierna izquierda, dejándome práctikamente paralítiko. La falta de ganas, mas no de ideas, producto de todo lo antes mencionado. Y mi característica e insistituible pereza, k me empujan a dormir como buchisapo más horas de las necesarias (esas k no duermo en las noches) han sido las únikas culpables de mi ausencia de la canchas bloggeras. A todas ellas las declaro culpables. No fueron, pues, chikas cariñosas ni alguna inesperada nueva enamorada las culpables de mi alejamiento, como sospechaban mis pokas incautas, inocentes y celosas fanátikas (osea un par de cieguitas k rondan por ahi), sino fueron otras externalidades más importantes k el moribundo e invisible amor.

Es decir, si no eran las responsabilidades académikas, k me demandaban más tiempo de lo normal (ya k yo nosé para k carajos habré nacido pero para estudiar nikagando), eran las responsabilidades laborales, que debido a mi nuevo trabajo y a mi poka capacidad de captación, me costaba más esfuerzo y tiempo. Y si no eran responsabilidades algunas, eran acontecimientos fortuitos, como por ejemplo, las resakas y las lesiones, producto de tres o cuatro latas de nocivas cervezas, o producto de irresponsables ejercicios extremos, k me mandaban, directo y sin escalas, a mi diminuta cama a descansar en el más absoluto reposo. Ello juntado a mi invencible flojera, hicieron k este ausente por tanto tiempo.

Es que según este modesto blogger, para escribir y publikar posts relativamente largos (razón número 2 por la cual casi nadie me lee, la 1 es pork escribo huevadas) se necesitan dos cosas k el dinero no puede comprar (y si aún lo pudiera, no la hago pork ando más endeudado k Don Ramón): tiempo y ganas. Y estos últimos treinta días de noviembre no han sido tan dulces como la película, al contrario, se juntaron hechos k hicieron k el tiempo y las ganas sean las dos cosas k más deseaba en esos momentos. En estos últimos treinta días de mi aburrida existencia he tenido k robarle horas a las horas y ganas a las ganas para poder cumplir con mis metas a corto plazo, las cuales cumplí a medias nomás, pero dejando todo en la cancha, con dignidad y gallardía, con sangre, sudor y lágrimas y con la frente en alto.

Tanto tiempo estuve divorciado de los blogs k varios precupados y fieles amigos me lo recordaban: la semana pasada me encontré con un broder en un pub barrankino, yo recién había llegado y él ya con varias copas de más, me abrazó y con una turra k delató su preferencia al ron y mojándome toda la cara con su saliva me preguntó, casi rompiéndome los tímpanos: oe chato marikón, ¡¿pork carajo ya no escribes en el blog?! (yo ni enterado k lo leía). Otro amigo, talareño él, me reclamó varias veces y airadamente k escribiera algo pork no tenía nada k hacer y se aburría en la chamba, como si su productividad laboral dependiera de las huevadas k públiko. Imberbe, preocupadísimo él, me preguntó, mediante un comentario, dónde me había metido. Tanta fue mi injusta indiferencia para con este espacio virtual que tuve que hacer esfuerzos sobrenaturales para recordar la contraseña de este blog.

Pero ya se acabó el recreo. He vuelto. Ya no hay exámenes en el horizonte ni imprescindibles responsabilidades laborales. Ya dormí y recuperé las horas k las frías madrugadas limeñas me robaron. El tiempo ha regresado de la mano con las ganas, y akí estoy, nuevamente, alimentando un blog k casi nadie lee, inventándome historias reales y escribiendo cuentos irreales, vomitando mierda y más mierda, burlándome de todos y de mí, y alucinándome, otra vez, k soy un reconocido y millonario escribidor.

9 comentarios:

Cinthya Castillo dijo...

Bueeeeeeeeeno despues de tantas responsabilidades y de taanta cosa ke uno tiene ke hacer es bueno darse tiempo de relajarse...

Bienvenido otra vez tons... y con respecto a la panza , ese tipo de panza no pues y menos una en la ke cabe 3. :S

Anónimo dijo...

Ya extrañaba leer tus huevadas que me hacen reir, felizmente puedo disfrutar de tus palabras en vivo y en directo... y con respecto a tu lesion, kien te manda presumir de tus antidestrezas pues, seguro te lesionaste para que todos te miren las proporcionadas y ricas piernas q tienes fiuu fiuuuu jaja

Unknown dijo...

Bien, bien welcome back!!

bso!

Anónimo dijo...

ya papito rico uhm x fin volvist!! t extrañe mucho... solo deja d alucinart y d anunciar tanto tu regreso cual menudo el reencuentro y escribe pueeeeeeeeees. besos t idolatro. pon una foto tuya x favor. tu fan

Anónimo dijo...

q bueno realment q vuelvas a escribir xq d entre todas las cosas q siempre t digo no me gustan d ti, debo admitir q tu forma d escribir si me gusta, pero tus corbatas JAMAS.

T odilatro tb
pon tu foto pues!

Anónimo dijo...

Jajaja, realmente me haces reir con tus ocurrencias, ya te extrañábamos en la blogósfera.
Besitos!!!

Imberbe_Muchacho dijo...

Buena chato, escribete algo pes famoso escribidor

Miguel Rodríguez dijo...

Manya...y yo que no te conocía.

Anónimo dijo...

chispas... no preocupar ya en otra la haces... pero no dejes de escribir lo haces muy bien!! siempre te lo dije!!

tu fan # 1